Para el martes 21 de octubre de 2008, la multitud de gente que aun tiene capacidad de indignación, se concentrará en el Distrito Federal, con la encomienda que les da la historia y la razón: la defensa del patrimonio nacional.
No puedo creer que a estas alturas del partido en el que el neoliberalismo ha sido molido por los palos de ciego que da la codicia, aun haya quienes crean que privatizando el principal motor de la economía mexicana, pueda lograr algo bueno...
Bueno para aquellos otros, los que se llevarían su tajada, los grandes comerciantes, eso si, vendepatrias, esos usureros, despojadores. Andrés manuel ya los enlista y desgraciadamente todos los conocemos: Carlos Salinas de Gortari, Felipe Calderón, Manlio Fabio Beltrones, Claudio X. González, Roberto Hernández, Enrique Peña Nieto, Beatriz Paredes, Emilio Gamboa, Francisco Labastida y Juan Camilo Mouriño.
Todos ellos, hipócritas, se ungen como socialdemócratas pero no les interesa ni la sociedad, ni la democracia. Porque no puede haber democracia en una ciudad injusta, ni la sociedad estar cohesionada si no posee ni el pedazo de tierra que pisa y todas las luchas de sus padres y abuelos, las ganadas y las perdidas, se van al fuego por los intereses de una minoría rapaz, como tiene a bien clasificarla, López Obrador.
El presidente legítimo ya enumeró las causales que pondrán en movimiento la resistencia, dentro y fuera de los recintos legislativos. Seguramente ya los usuales retrógradas preparan la artillería contra este honesta y necesaria resistencia.
Más les vale a los que ya van viendo como hacer para meterle mano a Pemex, que entiendan: la gente está enojada, no la hagan enojar más. Ustedes saben si actuan a conciencia, aprovechen todo el Moviento en Defensa del Petróleo, todas la voces, todas las ideas y se mueven con dignidad, sin morder la mano que les dá de comer.
El moviemiento ya ha demostrado, más de mil veces que actua de la manera más civilizada, pacifista. Dejen saber de que lado están: del de los cabrones proxenetas monstruos capitalistas más recalcitrantes y sus putas locales o el del pueblo de México, pasado, presente y futuro.
De nuevo, señores legisladores: NO MUERDAN LA MANO QUE LES DA DE COMER.