Héroes y villanos.

Alguien que salva de la muerte a alguien o que muere en el intento es un héroe. Muchas veces el peligro que corre una víctima es circunstancial. El villano parace un hecho azaroso, desafortunado, fatídico. El accidente es muchas veces el némesis.

Pero cuando una niña camina sobre la banqueta y se derrumba bajo sus pies y la arrastra una corriente de aguas negras y algunas personas intentan rescatarla, y uno de ellos perece, el que los ha matado no se puede llamar fatalidad. El que los ha matado tiene nombre, apellido y desempeña un puesto público.

Corrijo. No es uno. Son varios.

Es un clan que encabeza los vicios gubernamentales de siempre. El clan de los que les vale pito el sufrimiento de la gente de a pie. De los que se enriquecen a base de contratos tranzas con empresas desalmadas. Los que por embolsarse a unos pesos son capaces de matar a una niña, siempre y cuando no sea su hija. Esos son los villanos. Y están en el gobierno municipal de Ciudad Juárez y en el gobierno estatal de Chihuahua y en el gobierno federal de México. En los de ayer y en los de hoy.

Todos tienen las manos llenas de sangre cuando algo tán horroroso como esto pasa. Todos deberían estar teniendo pesadillas y escondiéndose de la vergüenza. Porque bien podrían siquiera haber alertado de la pésima calidad del drenaje y el concreto por la que caminan diario cientos de familias. A la escuela, al hospital, a sus casas, a sus trabajos.

Pero son seres a los que sólo mueve la codicia. El ego y la grilla son sus titiriteros. Ellos son unos monigotes que no están al servicio de la gente sino de los intereses creados. Son monigotes pesados. De esos que de un pisotón aplastan a la gente y barren con los inocentes. Igual encarcelan injustamente como igual disparan a traición. Igual roban. Son los juegos de estos sin escrúpulos.

Los medios masivos se encargarán de ponerle música a la tragedia y no indagar hasta que se encuentre a los culpables para que den la cara y enfrenten su destino. Y el destino de estos solo puede ser la cárcel.

¿Hasta cuando la justicia caminará en las calles de esta ciudad? ¿Hasta cuando dejará de estar secuestrada? ¿Hasta cuando será vejada?

Hasta que la gente quiera.