(o porqué pienso que lo mejor está a la izquierda)
Uno tiene pleno derecho sobre su cuerpo. Nadie debe anteponerse a las decisiones del otro. El estado, el gobierno, debe garantizar todos los derechos a la salud de todos sus ciudadanos. Cada cual puede creer en lo que quiera y debe exigirse el absoltuto respeto por la creencia de los demás, pero también a ser privada y no ejercer presión sobre nadie. La opinión debe ser absolutamente libre y sin miedo. La gente puede manifestar su inconformidad de la manera que considere necesaria y destituir a sus gobernantes si estos no cumplen con su función. Las manifestaciones públicas son un derecho inherente a los grandes cambios sociales y pueden en cualquier momento someter a juicio a las instituciones: estas se deben al pueblo y sin el, son objetos sin sentido (hasta el primer mundo las tiene). Todos deben tener garantizado alimento, techo y servicio médico, que le permita a cualquiera aspirar a mejorar su vida en base a su trabajo y sus talentos. Debe protegerse el patrimonio cultural, a sus artistas e intelectuales, pues en ellos habita la conciencia nacional. La soberanía debe estar más allá de ideologías y debe conformarse como la base de la libertad del país. Juárez lo dijo: "entre los individuos como entre las naciones..." México debe respetar las formas de gobierno, de hacer política y de su economía y debe combatir firmemente cualquier intento de sometimiento por parte de otros gobiernos invasores, en cualquiera de sus formas. Debemos proteger la tierra, el agua, la ecología y los animales. En México no debería existir la oleada de emigrantes a los Estados Unidos, sino la seguridad de un salario digno y de acuerdo con los precios de los productos de la canasta básica, así como de sus actividades culturales, y de esparcimiento. La educación debe ser impartida por el estado y deben haber escuelas que funcionen bien desde el preescolar hasta la universidad y debe ser libre de religión y gratuita para que todos tengan la posibilidad de estudiar y ejercer una profesión. Los indígenas deben recuperar los que les pertenece y dejar de ser humillados por las migajas que les dan los de arriba; recuperar su dignidad y estar a la par, realmente, de cualquier otro mexicano. Todos los mexicanos deben ser iguales. Sin importar su educación, preferencia sexual, religión, color de piel, procedencia. México es para los mexicanos. Las mujeres y los niños no deberían ser las víctimas de todos y si lo fueran los agresores deberían ser castigados con todo el peso de la ley, sin importar su clase social, profesar cualquier religión o estar amparados por el anónimato que les da el poder. Los que se han hecho ricos en este sistema deberían devolverle a la gente con que amasaron su fortuna, no a base de dádivas sino legalmente, y que no sean injustos los tributos. Los que más tienen que más paguen y los que no tengan nada, no paguen nada. Sino que se les abran las puertas para que logren educarse y contribuir con la sociedad. La libertad es el principal derecho de cada uno y no puede ser evitada por nadie. Pienso que si falta algo de lo anterior, estaremos echando a la basura todas las luchas sangrientas pasadas contra los poderosos y los traidores. Pienso que si no se sigue luchando por alcanzar todo lo anterior, los poderosos y los traidores van a aplastarnos, van a volvernos sus esclavos, sus peones, su rebaño, y todo, entonces todo, toda esperanza de cualquiera, por simple, materialista o utópica que parezca se quebrará para siempre. Y si comparas, si te asomas a otras partes, podrás ver que los imperios, los regímenes duros de otras naciones, hasta ellos, garantizan un estado de bienestar. Hasta ellos. Aquí la simulación la usan los de arriba para hacernos creer quién sabe que cosa, que ya es muy difícil tragarnos. Pensar, hay que pensar en que las cosas deben ser mejores y dejemos de creer. La esperanza es un producto del pensamiento. La creencia es un refugio para el miedo.
Uno tiene pleno derecho sobre su cuerpo. Nadie debe anteponerse a las decisiones del otro. El estado, el gobierno, debe garantizar todos los derechos a la salud de todos sus ciudadanos. Cada cual puede creer en lo que quiera y debe exigirse el absoltuto respeto por la creencia de los demás, pero también a ser privada y no ejercer presión sobre nadie. La opinión debe ser absolutamente libre y sin miedo. La gente puede manifestar su inconformidad de la manera que considere necesaria y destituir a sus gobernantes si estos no cumplen con su función. Las manifestaciones públicas son un derecho inherente a los grandes cambios sociales y pueden en cualquier momento someter a juicio a las instituciones: estas se deben al pueblo y sin el, son objetos sin sentido (hasta el primer mundo las tiene). Todos deben tener garantizado alimento, techo y servicio médico, que le permita a cualquiera aspirar a mejorar su vida en base a su trabajo y sus talentos. Debe protegerse el patrimonio cultural, a sus artistas e intelectuales, pues en ellos habita la conciencia nacional. La soberanía debe estar más allá de ideologías y debe conformarse como la base de la libertad del país. Juárez lo dijo: "entre los individuos como entre las naciones..." México debe respetar las formas de gobierno, de hacer política y de su economía y debe combatir firmemente cualquier intento de sometimiento por parte de otros gobiernos invasores, en cualquiera de sus formas. Debemos proteger la tierra, el agua, la ecología y los animales. En México no debería existir la oleada de emigrantes a los Estados Unidos, sino la seguridad de un salario digno y de acuerdo con los precios de los productos de la canasta básica, así como de sus actividades culturales, y de esparcimiento. La educación debe ser impartida por el estado y deben haber escuelas que funcionen bien desde el preescolar hasta la universidad y debe ser libre de religión y gratuita para que todos tengan la posibilidad de estudiar y ejercer una profesión. Los indígenas deben recuperar los que les pertenece y dejar de ser humillados por las migajas que les dan los de arriba; recuperar su dignidad y estar a la par, realmente, de cualquier otro mexicano. Todos los mexicanos deben ser iguales. Sin importar su educación, preferencia sexual, religión, color de piel, procedencia. México es para los mexicanos. Las mujeres y los niños no deberían ser las víctimas de todos y si lo fueran los agresores deberían ser castigados con todo el peso de la ley, sin importar su clase social, profesar cualquier religión o estar amparados por el anónimato que les da el poder. Los que se han hecho ricos en este sistema deberían devolverle a la gente con que amasaron su fortuna, no a base de dádivas sino legalmente, y que no sean injustos los tributos. Los que más tienen que más paguen y los que no tengan nada, no paguen nada. Sino que se les abran las puertas para que logren educarse y contribuir con la sociedad. La libertad es el principal derecho de cada uno y no puede ser evitada por nadie. Pienso que si falta algo de lo anterior, estaremos echando a la basura todas las luchas sangrientas pasadas contra los poderosos y los traidores. Pienso que si no se sigue luchando por alcanzar todo lo anterior, los poderosos y los traidores van a aplastarnos, van a volvernos sus esclavos, sus peones, su rebaño, y todo, entonces todo, toda esperanza de cualquiera, por simple, materialista o utópica que parezca se quebrará para siempre. Y si comparas, si te asomas a otras partes, podrás ver que los imperios, los regímenes duros de otras naciones, hasta ellos, garantizan un estado de bienestar. Hasta ellos. Aquí la simulación la usan los de arriba para hacernos creer quién sabe que cosa, que ya es muy difícil tragarnos. Pensar, hay que pensar en que las cosas deben ser mejores y dejemos de creer. La esperanza es un producto del pensamiento. La creencia es un refugio para el miedo.
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