volvi a nowhereland, a la busqueda incesante de objetos, al extravio en bosques de luz artificial y precios bajos garantizados, a la proyeccion de una promesa en otra vida, en otro lugar, en otra forma, a pensar que siempre debi pensar asi, en guardar las convicciones debajo del colchon (hasta que pueda acudir al campo de batalla), en desvelos de musica triste, en el trabajo, en dejar las fotos como estan hasta que caigan por si solas en el otoño, en comprar cuadernos y lapices y colores, en descubrir a martha higareda diciendole a su novio que nunca dejara de dibujar en aquella pelicula, y a no pensar en todo lo que fue y en la soledad en permanente
mute, y en hacerme a la idea de responder "no, ya no" a la eterna pregunta acerca de ella, al ultimo oleaje que todavia no acaba de arrastrarme hasta la orilla.
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