Si tu compras un libro especial sobre el siglo XX vas a encontrarte muchísimas fotos sobre las fosas comunes en que los nazis apilaban miles y miles de cadáveres, todas acompañadas por imágenes de Hitler y toda su camarilla del terror. Pero, ¿sabes cuantas imágenes te vas a encontrar sobre los asesinados cobardemente por la explosión de la bomba atómica estadounidense arrojada sobre Hiroshima en 1945? Ninguna. Simple y sencillamente ninguna. Te encontrarás imágenes del hongo enorme que provocó, algunas imágenes de gente que sufrió alteraciones genéticas generación trás generación, una botella de vidrio deformada, alguna declaración cursi sobre los soldados que participaraon en esta masacre... pero ni una foto como las que se acaban de revelar y que tenían escondidas los Estados Unidos de Norteamérica y Japón. Ni una. Es decir, en el inconciente de la gente no existía esta aberración. Y claro, bien sabian los gringos que de publicarlas se verían como los nazis que tanto odiaban (¿lo hacian de veras?) y una mancha de sangre más cubriría su historia, esa en la que se ven a sí mismos como salvaguardas de la paz mundial.
Qué vergüenza debe representar esto para cualquier estadounidense, qué asco que su gobierno le oculte la verdad y que se escude en datos y fotos convenientes para que les crean que lo hacen por el bien de la humanidad.
Ojalá salieran fotos de todas las masacres que han ocasionado por defender un modelo económico, un estilo de vida y el máximo poder sobre la faz de la tierra.
Que la tierra de los libres le reclame a su gobierno y detengan de inmediato cualquier brutalidad actual en tierras ajenas.
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Todas las fotos aquí.
Información encontrada en El Sendero del Peje.
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