La iglesia católica no debe tener ni una sola voz, ni una, ni la más mínima, ni una palabra, ni una letra en materia política, ni una manifestación, ni una expresión, ni un sentimiento en voz alta, ni un repicar de campanas a favor o en contra de idéa política alguna, porque está prohibido, porque fomenta la intolerancia, porque desde siempre la iglesia católica es rapaz con sus enemigos, rabiosa con los que piensan diferente y alcahueta de los poderosos, de los abusadores, sorda al pueblo oprimido y tapadera de las inhumanidades más crueles. La sociedad no es ya su rebaño por más creyente que sea, ni aguantará que le pisoteén sus libertades, su derecho a la libre expresión y a la asociación con la ideá política que le venga en gana. Si lo que quieren es provocar a la sociedad van a lograrlo muy facilmente porque durante siglos les ha aguantado una lista enorme de atrocidades.
Yo creo en la libertad de ideas y de culto, pero sí estoy totalmente en contra de que las cosas se mezclen (excepto para la regulación de la segunda). Yo no voy a permitir que el credo meta mano en la instrucción educativa, ni que coarte mis principios de hacer lo que yo quiera, siempre y cuando no dañe a terceros, ni que se inmiscuya en la forma de gobierno o denuncia o resistencia. Si así lo hicieran o le fuera permitirlo hacerlo, tengan por seguro que en mí tendrán a un enemigo, cualquiera que fuese el credo.
No quieran enlodar lo que fue el primer año del movimiento social que convoca a tantísima gente y que por principio de principios es pacífico.
MI APOYO A ROSARIO IBARRA A QUIEN QUISIERON TAPAR LA BOCA Y A QUIEN LA IGLESIA QUIERE DAÑAR SIN MOTIVO ALGUNO!
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