Dedicado en su integridad a Frida Landa (my wife) con todo el corazón. Este blog está cerrado, disculpe las molestias :)

domingo, julio 08, 2007

Se acabó la censura, chaparrito.

El poder de decir lo que te da la gana es un poder supremo. El poder supremo de la libertad. El poder absoluto sobre la expresión de tus pensamientos. No importa el medio. Sea un grafitti, sea una opinión íntegra en una sala de proyección.

El torrente siempre encuentra un camino. En medio de rocas que forman montañas y entre las casas que forman presas negligentes.

Los disparos se realizan una vez y otra y otra y los disparos a veces son certeros y, casi siempre, errados. Los mensajes son dirigidos hacía un blanco, pero una vez que abandonan el cañon, cortarán el aire de algunas otras miradas.

Luego, hay quienes se atraviesan en el camino, torpes gigantes de hierro que andan por allí, queriendo que uno no diga ciertas cosas, o que las diga de otro modo, o que no piense eso. Ellos buscan desarmarte y luego, para asegurarse que no escribirás más te aplastan como a una cucaracha.

Luego escriben su apología y se dedican a escribir tu epitafio.

Afortunadamente, ellos no tienen el poderío para acallarte, pero cuando lo tienen no dudan en usarlo.

Muchas lenguas se han cortado en el largo y accidentado camino de la libertad de expresión. Mucha sangre ha viajado en el mismo torrente que las palabras.

Afortunadamente, en estos días, crece y crece el conocimiento de los medios de comunicación alternativos y enfrentan como miles de hormigas la sombra de esos gigantes de hierro que buscarán aplastarte con todas las de la ley.

Mientras eso sucede, las voces seguirán haciendo pequeños ruidos que en conjunto moverán la estridencia.



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