El año pasado, el año del fraude, luego de una intensa campaña bombardeada por el dinero, la guerra sucia cumplia su meta. Los mafiosos electorales lograron, granito a granito de arena, violentar la decision de millones de mexicanos.
Lograron asustar por todos los medios posibles a los electores. Les dijeron que de ganar Andres Manuel Lopez Obrador, les iban a quitar su casa, que iba a ser un despota. Casi, casi que tendrian que dar a la mas joven de sus hijas en sacrificio.
Pendejos del estilo Fox, hicieron hasta el cansancio por violar las leyes electorales. Los benefactores de la simulacion en el no pago de impuestos, inventaron estupideces y no tuvieron empacho en inyectar terror en sus trabajadores.
Vinieron de otros paises. De España y de Estados Unidos. El Pan, tuvo que invertir, creando intereses, para que su candidato existiera. Que era alguien. Que era algo. Que representaba quien sabe que cosa.
La gente acudio a votar. Las personas que no estaban en su lugar de origen, hicieron linea bajo el sol. Todos los que fueron a las casillas estaban esperanzados, aun con todo y la fiesta mediatica de la derecha (esa que los tribunales no quisieron ver hasta casi un año despues).
Los que nos desvelamos viendo los resultados del PREP, notamos que no tenian imaginacion los encargados de orquestar el fraude para darle a sus candidato medio punto de diferencia. Era demasiado obvio.
Se apresuro Luis Carlos Ugalde del IFE a levantarle la manita a su compadre.
Los nacos habian sido derrotados (como dijera en cierta forma Federico Arreola, en su libro Las razones del descontento).
Luego, vendria la turbulencia de la demada del conteo del voto por voto, los plantones, las demandas de la poblacion. La fiesta por la democracia que todos se dedicaron a satanizar. Como si aquel maravilloso planton fuera a ser eterno. Los mismos, metian la nariz otra vez. Solo criticaban pero no veian mas alla. No querian.
Los que quisieron sembrar el encono, lo lograron. Y no fueron los ciudadanos libres que ejercian su libertad. Sino los que se burlaron de quienes dimos la confianza a quien no habian podido vencer politicamente, ni con todas sus fuerzas maquiavelicas.
De aquel entonces se siguen desprendiendo heces fecales, y como son mierda, salen a flote. Las confesiones de los participes, cinicas, hablan el lenguaje de los capos, de los mafiosos que se jactan de lo que obtienen a la mala.
Para los nacos, los renegados, nunca hubo duda y pudo mas el sentido comun y la obviedad ante la corrupcion, de que AMLO gano las elecciones del año pasado. Tan es asi, que millones le damos nuestro apoyo y lo reconocemos como Presidente Legitimo de Mexico. A pesar de que no salga en la tele, a pesar que su nombre cause chancros entre los analistas de Televisa. Y les den linea para hablar poquito, o mejor nada de el.
No importa.
Ya va un año y el jubilo continua. Porque es en la gente en donde esta el pueblo y es la libre expresion su mejor motivo. Porque no hay poder que logre arrancar la alegria y la conviccion. Quiseron quemar nuestra esperanza, pero esa sigue alli.
Los que tuvieron lo que quisieron, lo que sedientos de poder, pueden seguir creyendo que todo estuvo bien, que los pobres no existen. Que Mexico es solo un destino turistico, que mientras haya mexicanos que exportar, empresarios privilegiados y protegidos y corruptos y simuladores este pais puede seguir funcionando.
Solo hay que ver como estan las cosas. Mexico sigue jodido.
Pero la lucha de quienes tienen la firme conviccion de que las cosas van a mejorar PARA TODOS, sigue en pie. Y Andres Manuel Lopez Obrador es su Presidente.
Y sonrien.