Bueno, el ogro come de su plato una ración de niños
malcriados, bueno, está bien, lo entiendo, entiendo la naturaleza de los ogros, pero, ¿eso de que se los coma fritos? Acaso no vivirá en este mundo regido por la alimentación balanceada, los alimentos bajos en grasas, la dieta macrobiótica. Eso no puedo creértelo. Cuánto llevamos nosotros absolutamente dedicados a nosotros, ¿qué no todo el mundo es como nosotros? Regidos, ya no tanto por todas las formas de vida (desde los pellejos de los jumiles hasta las ancas de las ballenas), sino por el respeto a nosotros mismos, a nuestro templo, a nuestra primera casa, a la posada de lo que soy, me constituye, conforma, construye, sostiene, alienta. No entiendo la naturaleza de los ogros, no la entiendo, ¿qué no se quieren? No respetan la creación de Dios, no saben que somos imagen y semejanza, que tenemos las mismas comezones, quizá menos crónicas, pero comezones al fin. Y un ogro será muy ogro pero es como nosotros: se alimenta de inocencias ajenas. Sólo que él las prepara en aceite hirviendo, las escurre, sirve, prepara con chimichurri, ¡y a las fauces!. Por lo demás somos iguales. Que vayan al nutriólogo, que se acerquen a George Oshawa, que borren a Ronald McDonald, que fusilen al Coronel, que vuelvan a encerrar a Jack-in-the box. Seres todos despiadados que ya están por lanzar al mercado sus Combos Infantiles para Ogros Infelices.
Why Hunger’s 2024 Hungerthon is live!
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WhyHunger's annual educational & fundraising campaign to tackle the root
causes of hunger in America and ensure everyone’s right to nutritious food.
Hace 2 semanas.
2 comentarios:
Preferible unos tacos de cabeza con bastante salsa. Al menos es grasa nacional. Provecho, je. Saludos.
A esos ogros hay que enseñarles las bondades de la comida macobiótico, la enseñanza de la cábala y una buena sesión de pilates :D
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