Una Entrevista Fingida Con Carlos Cuauhtemoc Sánchez
(Realizada un día de tantos. No importa donde.)

¿Cómo hace para escribir tanto libro?
Mira, mi método es sencillo: a tanto número de pajas que me haga al día, escribo igual número de páginas…

Por lo visto es usted bastante puñetero…
Si, pero lo importante es que también soy productivo. Como dijera alguna vez mi gran amigo Cornejo: Lo importante no es jalársela tanto, sino ser excelente.

Pero porque usted en sus libros condena la masturbación… ¿de que se trata Licenciado?
Pues simplemente de una manera de compartir las experiencias propias, los sufrimientos, para que otros no cometan las faltas que yo he cometido. Tocar fondo…

¿Fondo o fondillo?
Présteme atención chiquillo. He dicho fondo. Fon-do. Aunque el fondillo es también importante…

Hablando de fondillos, comparta con nuestros lectores las experiencias sexuales que narra de manera muy floja y babosa en sus best sellers “Juventud en Extasis”…
Yo a las experiencias las rasuro y les pongo talco, para no entrar en detalles sobre muy limitada experiencia sexual…

¿No cree que sean importantes los pelos y las señales?
No, para nada: yo prefiero el soft-core.

Pero lo suyo no llega ni a escena de telenovela… no es ni PG-13…
Pero tiene su encanto… o ¿me va a negar que la imaginación sea la mejor proveedora de material pajero?

Pero es de imaginación de lo que usted carece… ¿Por qué introduce usted tal argumento? ¿De donde lo sacó? ¿De donde viene?
Aaah… mfgh.. aaaa… uuh

La entrevista fue interrumpida porque, tal vez, mi última pregunta contuvo demasiados verbos sexuales que al notable y reconocido escribano hicieron devenir en eyaculacion precoz como era de esperarse en este tipo de literatos de pacotilla.