Que he visto
Vicky Cristina Barcelona y que me ha gustado. Porque es una de esas muy bien balanceadas películas que de repente le salen a
Woody Allen. Tragedia, comedia y eso que hace temblar el suelo bajo nuestros pies: los valores judeocristianos en que basamos el bien y el mal, la honestidad y la mentira todo en un sismo muy sagaz de pasión y aventura romántica. Y buenas canciones con bellos paisajes urbanos. La historia de dos extranjeras en busca de la sal del mundo. Una Vicky, reservada y aterrizada. Cristina, librepensadora e idílica. Barcelona, sitio de tentaciones para las dos. Paraíso de una pareja de pintores enamorados, atormentados. Sí, los clichés al por mayor pero no por ello, predecible. He allí el balance de tragedia y comedia.
Bardem y
Cruz, de lo mejor, improvisados y coloridos: ya antes trabajaron juntos en
Jamón, Jamón de
Bigas Luna. Erotismo hirviente con este trio complementado por la Johansson. Sólo por esto habría que darle un par de besos por moflete al viejo.
¡Larga Vida, tío!
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