mi cabeza deja un hueco en la almohada, me destruyó hace rato la luz verde y estuve eternos 5 minutos arrullado por músicas que saltaron en la espalda, suavemente, hasta que la cosa se puso agresiva y el reino de la noche aseguró las puertas y envió la guardia de los oscuros para que no me dejaran levantar, no quería y no opondría resistencia, deje que me pulverizaran sobre la cama, luego decidí ir al cine, pero eso fue ayer y también hoy y mañana, la lluvia de los días lava todo, hay espacio para la sonrisa, torturadores!
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