Crónica de lobos feroces.

Un hambre insaciable, una babeante gana por devorarlo todo, por perseguir hasta el cansancio a su presa, acosándola hasta que logra acorralarla,

así funcionan los grupos de terror, los sembradores del miedo, los despojadores, los que no se llenan, los insatisfechos, los que se creen que el mundo es de ellos porque nadan en dinero y se limpian las heces con billete verde, los que pueden pagar bullies para que aplacar a los débiles, a los jodidos, a los que tienen todo el derecho sobre su propiedad, sobre sus pertenencias, sobre la soberanía del suelo bajo sus pies y lo que este produce y lo que da de comer a todos y que es de todos, lo que tanto y tanto han devastado y ahora quieren arrebatar

los traidores, los vividores del pueblo contra los consumidores, sus connacionales, como los nombren, contra los que les han servido durante toda su lujosa pinche vida, ahora pisotean, ahora asaltan en despoblado, llámase privatización de Pemex, invasión agrícola del TLCAN, altos cobros por cada uno de los servicios o despojo de la tierra a la gente más pobre, cortesía de los caciques dueños de Ciudad Juárez

ante esos, todos somos presa, de uno u otro modo, víctimas de su rabia y de cada uno de nosotros dependerá la huida o la lucha, salir a la calle y defender, lo que podamos defender.