Me gusta calzarme los audífonos acolchonados y sentir que mis orejas son unas desquiciadas, muy agusto, en su cuartito de esponja. Tal vez por eso Jacobo Zabludowsky no quería escuchar lo que pasaba allá afuera Estando muy cómodas sus orejotas... ¡que el mundo ruede, pues qué carajos!
.mp3
No hay comentarios.:
Publicar un comentario