Zombies en mi cabeza!

El rodaje habia terminado y mi madre y yo habiamos decidido curiosear por el set. No habia reflectores encendidos, ni camaras, no estaba el crew, ni los extras. Solo ella y yo.

Terminamos metiendonos a uno de los camiones de la produccion. Yo iba adelante, checando la utileria, la sangre, los vidrios de azucar. Ella estaba detras, contandome cosas a las que yo no prestaba atencion.

De pronto, el silencio.

Voltee sobre mi hombro para ver porque se habia callado, porque de pronto no habia mas que decir y que ignorar... en el horizonte, entre lamparas y automoviles y edificios de hule espuma un grupo de personas caminaba lentamente hacia nosotros. Solo alcanzaba a ver sus siluetas. Siluetas de cabezas calvas, de andar rengo. Con las ropas raidas colgandoles de los brazos extendidos, en la entrepierna.

Mi madre salio de su estupor, solo para voltear a ver el mio. Me dijo algo, yo solo entendi la ultima parte de la frase... quienes son?

Son los extras, no? Que no se habian ido todos ya, Armando?

Las siluetas desdibujadas por el resplandor de las cinco de la tarde, seguian caminando hacia nosotros. Despidiendo un tufo al tiempo de un extraño gemido... un arrastrado gemido que me hizo recordar a mi abuelo, moribundo, en la cama del ultimo cuarto de la casa que abandonamos hacia diez años.

Mi madre camino hacia a mi, y yo camine buscando la salida del camion. No habia escape. No eran dos, ni tres los caminantes. Eran 7, 9, 16... y detras de ellos 30, tal vez 50... cuantos mas? Cientos.

Me escondi, cagado de miedo, atras de un arbol deshojado de papel mache.

Cuando el griterio comenzo, yo me tape los oidos... cuando pude salir fue cuando deje de oir aquel horror seco. Corri con todas mi fuerzas, resbalando sobre la sangre que se pegaria como una baba sobre mis muslos... mi pierna... la mejilla...

Los extras ya no estaban alli. Solo los restos, oscureciendo sin mi en aquel maldito dia.