Dedicado en su integridad a Frida Landa (my wife) con todo el corazón. Este blog está cerrado, disculpe las molestias :)

miércoles, marzo 02, 2005

Continuación de El Rey de las aves.

Nina ha estado mirando la pared toda la tarde. El muro sin pintura. Como si en ella el hueco de una ventana le presentara la visión de un extendido campo florido. Yo estoy mirando a Nina, desde la cama. Los dos buscamos algo más allá de lo visible. O quizá ninguno de los dos enfoque su atención en lo mirado, sin mirar en realidad. ¿Quién lo sabe en realidad? Desde que nos hospedamos en esta casa, las cosas han resultado misteriosas. Yo intento escribir todo lo que pasa en este momento, en tiempo presente, en primera persona. Quiero sujetar este instante, que es el coherente. Aun en la mudez, en el silencio, y en la mineralización de nuestra charla. Nina y yo, siempre hemos charlado. Siempre. Nos contamos todo. Hasta lo que no es políticamente correcto. Nos conocemos todo. Desde el inicio de nuestra relación. No hay simulaciones. No hay miedo a decirlo. Cuando las cosas han ido mal, es cuando callamos. Por eso me preocupa tanto. Que un episodio tan extraño y hasta risible como el de esta casa de palos que cohabitamos con los locos, nos afecte de una manera tan demoledora. Quizá solo nos enferma el misterio.