NO HAY TAL BATMAN

La noche del ojo te digo, la noche del ojo te digo. Otra vez el verdugo es elegido otra vez la corriente de frío correrá por la espina del mundo. Otra vez la sombra arderá más que el sol otra vez. El grito desde la gruta es mudo, pero hace avalancha. Uno mira EN LA TELEVISION LA CRONICA DE UNA AGONIA. La mujer que muere en el vecindario es asesinada por uno solo, por todos. Los gritos aterradores no causaron ni el movimiento de una hoja. El frío solamente, cayó a su cuerpo, el frío de la muerte. El frío del mundo se anida en todos nosotros. Todos dicen lo mismo pero nadie hace nada. ¿Estabas tú allí cuando sucedió? ¿Porque no estabas? ¿En dónde estaban los perros vagabundos? Todo es un temor coludido con el crimen, con el loco, con las drogas circulando por las calles, entre los niños. La sombra de una sangre salpica al eléctrico fantasma del muro abecedario. No estamos en guerra. Nos guerrean por todas partes, ciudadano, pero nosotros no guerreamos. Nos quitaron la espada, el escudo y desnudos de fuerza nos escondimos en nuestro propio culo. Que decir de todo si nada importa demasiado Si hemos perdido la vergüenza si de nuevo, y otra vez, como muchas veces, nos arrancaremos la lengua y la venderemos a las hordas de los sordos.

Aquí no habrá nunca venganza.