Cuando se queda uno viendo, porque escucha un graznido, y sabe que al voltear verá un cuervo, el primero en ver, el primero sobre un poste, uno sabe que algo espera y aunque se puede suponer que es presagio de cosas malas, advenedizas a la bonanza, no necesariamente, porque los días siguientes serán voces, maravillosas voces, lejanas, que te dicen, Hoy tengo ganas de ti, Mmmmua!, cuando el corazón venía preso en el camión, lleno de gente, y un muchacho se sube a vender chocolates, Para ayudar a mi familia, y nadie le compra por que su discurso parece, ya mas bien muy ensayado, o quién sabe, muy real y si de tanto decirlo le sale demasiado fingido, como un actor que tanta noche a noche Hamlet le sale poco consolidado, como evidencia esto, que nuestras cosas, las de diario se vuelvan ficción, novela rosa, Amén muñeca, y el capítulo siguiente se rompe y se restaura, o como en este caso, los ojos que amas, ojos rojos, Porvetuasaberdequiéneraeserimel, brillan, como los tuyos, Muchachillo ojos tristes, Ella lo sabe y Tu, Lo de nosotros es lo que queremos que es.
Henri Cartier-Bresson
"View from the Towers of Notre Dame, Paris, France, 1955"
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