Tened piedad del ex presidente
y de la prensa independiente.
Somos libres, buenos cristianos,
pero atados de pies y manos.
Tened piedad del ex presidente,
que fue garante de Occidente.
Él todavía no ha asimilado
que su tiempo ya ha terminado.
Y mientras recuerda sus días de gloria
nos avergonzamos.
No sabe de historia, no tiene memoria,
pero está dispuesto...
a ayudar a los demás
en nombre de la libertad.
¡Qué gran final!
Y en el Teatro Nacional,
alguien algún día lo representará.
Tened piedad del ex presidente,
de su brillantez desbordante.
Qué puede importar lo que dice,
todos los gobernantes ¡mienten!
Y mientras recuerda sus días de gloria
nos avergonzamos.
No sabe de historia, no tiene memoria
pero está dispuesto...
a ayudar a los demás,
en nombre de la libertad.
¡Qué gran final!
Nos sacará de ese rincón
donde la historia nos dejó.
¡Qué gran nación!



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