Mujeres, todos los cadaveres.

En Rusia, en una fosa común, fueron encontrados treinta cuerpos de treinta prostitutas. Así lo ponen los diarios: Hallan una fosa común con más de una treintena de cadáveres de prostitutas. Me pregunto si la prostitucion la seguían ejerciendo en la fosa común? Yo creo que no. Yo creo que le agregaron el adjetivo -como si fuera algo despectivo, ademas- para justificar su cruel destino. Allí, la fatalidad de ser mujer. Yo creo que si hubieran encontrado a un muerto, no dirían: Encuentran a Licenciado en Ciencia de la Comunicación enterrado en su jardín. Tampoco creo que lo hayan colocado por el carácter de actividad laboral de aquellas mujeres. Lo que yo creo que se esconde debajo de la formalidad periodística es: Encuentran a un chingo de putas, asesinadas, las cabronas, en una fosa común –como bien merecido se lo tenían por putas).

En la semana pasada en esta ciudad se dieron dos casos muy sonados de violencia en contra de las mujeres, un secuestro y violación de una joven mujer y otro de una mujer a quien degollaron en su propia casa, y al parecer a la vista de sus tres hijas menores de edad.

Si. En esta ciudad se sigue maltratando, humillando y/o matando a muchas mujeres. Pero no es solo en esta ciudad. Es en todo el país. Todo México es Ciudad Juárez.

También he escuchado de algunas leyes que tipifican (o tipificaran) como delitos el desamor, los celos excesivos y - aquí la ironía – la indiferencia… LA INDIFERENCIA. Yo me pregunto si las leyes son para proteger a las mujeres o para castigar a los agresores de mujeres. Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa. Que bueno que se busque castigar a los agresores, a los cabrones abusivos… pero esto en que beneficia a las mujeres en riesgo? La mujer tiene que esperar a que la celen o le sean indiferente o la dejen de amar para poder denunciar un delito. La mujer en función del hombre. Hasta en las leyes.

La ironía de castigar la indiferencia es que no castigan la indiferencia ejercida por los gobiernos contra las mujeres. Una madre soltera la sufre cuando tiene que trabajar, hasta tiempo extra, y no tiene en donde dejar a sus hijos. La indiferencia del gobierno se da cuando una mujer no tiene derecho a elegir sobre lo que hace con su cuerpo. Llámese elegir métodos abortivos o anticonceptivos, porque o lo condena la ley o la iglesia. La iglesia vale madre, pero las leyes son las leyes.

La ironia de castigar la indiferencia se da cuando asociaciones ultraconservadoras y ultraidiotas se resisten a que las escuelas enseñen educación sexual (del “homosexualismo” ni hablamos) y se les prepare para vivir como posiblemente vivieron sus madres. Las conquista un cabroncito, no saben usar un condón, la mujer queda embrazada y la única opción que le queda es tener al niño, ser abandonada, trabajar de lo que se pueda y luego juzgarla y castigarla por abandonar a los hijos que ni la madre, ni la suegra, ni los vecinos, menos el gobierno, les ayuda a cuidar.

Y bueno, solo hay que ver la vida en cualquier barrio de esta ciudad (y de todas las de Mexico, supongo) para saber que a las niñas no se les enseña a aspirar a una vida mejor, ni a estudiar y salir adelante por su propia cuenta. Se les educa solo para saber que tendran que depender de un hombre, sea que las embarace o no, y que lo “menos pior” que pueden hacer pues es casarse con el ignorante también para que las vecinas los vean caminar juntos y no los vayan a juzgar, ya ven como es la gente.

Es triste el panorama para las mujeres. Mientras no cambie profundamente la conciencia de todos, mientras no se arranquen los prejuicios religiosos, mientras los gobiernos no penalicen la degradación de la mujer por parte de instituciones, corporaciones e individuos, mientras la educación no sea absolutamente científica (además de laica y gratuita) y no se juzgue a la mujer como ser inferior (en los puestos ejecutivos, en la información, en la religión) y no se rompan con antiquísimos vicios y creencias infundadas. Seguirá siendo triste el panorama para las mujeres. Digan lo que digan en los congresos autocomplacientes y mentirosos.