plantan los bulbos con el ápice frío invernal, se ponen en macetas, dejándolos guardados, hasta que la altura murmure, y el estrés diario forme un año, es decir que entre la plantación y el interior de la casa dé el sol, nazca una planta dentro del bulbo, esperando por la nieve de las montañas blancas o alpinos formándose, primero de hielo lechoso, después será el doble más adecuado, y así, cuando llegue, puede plantarse, incluso la que haya desarrollado bien el tallo. Los que se puedan ver dejarán masas de hielo a una profundidad de 10 cm.
Si, es diciembre, pero ahora mejor que el tallo asome la bulbosa de floración primaveral. Las comprimidas encerrarán calma y apacibilidad. Sea que se deje deslizar en los tiempos para fundirse, y luego la distancia de separación entre bulbos sea un sitio oscuro y fresco. Hay que volver fuerte.
Ser planta entera: tallo y primavera. Torna un profundo respiro de aire y hielo azul, tan transparente como noviembre, para que tengan noche las raíces. Hojas y flores saldrán en su alma en vertiginosa velocidad por las faldas del invierno. La nieve va perdiendo el cristal. Hacia arriba, directamente pueden soportarlo. Encima las temperaturas son muy bajas y continuarán así, es natural, dependiendo de los silenciosamente picos del descanso, sea que olvidar caiga acumulándose.
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