Frida is leaving.

En el buen viaje los días aparecen bajo los pies, se llenan los ojos al cerrar los parpados y cada misterio se resuelve al nombrarlo. Como una cosa que aparece al necesitarla. ¿Existen los objetos solo cuando los necesitamos? Existe este instante, este aeropuerto y la despedida que siempre, con cualquier premisa, buscamos posponer. Estoy escribiendo y los pasos de la gente mueven al suelo, dan vuelta a la luz, revuelven el aire. Los aviones que no veo, existen; encima de nuestras cabezas y en el más profundo corazón que es el rompecabezas más difícil de armar. La mañana es. El futuro es una proyección, una película infinita, una historia sin argumento. Las personas* que uno conoce habitan la existencia y uno es una pieza, una trayectoria, una visión y un dibujante en la vista, en el tacto, en cada día…

Releer lo apenas escrito es pasar los dedos por cicatrices, por heridas que fueron zurciendo las letras, los pensamientos. Los niños caminan junto a mi y yo estoy a la altura de lo que ven, estoy sentado en el suelo y las bocinas emiten mensajes que no alcanzo a comprender. Oigo murmullos, llantos, quizás besos. Todos son el mar que el viento mueve.

Escribo para contener este mar.

*Un sincero agradecimiento a Pablo Landa y Alejandra Seven Sense por su amabilidad y hospitalidad en el D.F. Desde acá un saludo sincero y el ofrecimiento de mi persona para cualquier cosa que dispongan de ella : )